lunes, 13 de abril de 2009

La muerte de un poeta




Falleció el poeta Mario Rivero



A continuación reproduzco la nota publicada ayer 12 de abril por el periódico El Colombiano, de la ciudad de Medellín, sobre la muerte del poeta antioqueño Mario Rivero.





Colprensa -
Publicado el 12 de abril de 2009

"Mario me llamo/ soy mordisco al aire/ soy un husmea-cosas/ soy un cuenta-cosas". Así arranca el poeta antioqueño Mario Rivero, "Motivos del día", una de las obras que muy seguramente recordarán los seguidores de este envigadeño de 74 años a quien una afección cardiaca se llevó este domingo.

"Digo mentiras inútiles/ y verdades inútiles/ Converso con los ancianos/ que descansan en la hierba/ o sobre los pedestales/ de los héroes/ Con el buhonero/ que vende transistores/ o lentes para que alguien se esconda/", es otro de los fragmentos de "Motivos del día".

Su obra más importante, por no decir su valuarte, fue la que publicó en 1972 con sus amigos Aurelio Arturo, Fernando Charry Lara, Giovanni Quessep y Jaime García y a la cual llamaron: Golpe de Dados.

Rivero antes de iniciar su carrera como poeta, arte que lo llevó a ser uno de los artistas más importantes en el ultimo siglo en el país, fue voluntario en la guerra de Corea, cantante de tangos, actor de teatro, vendedor de libros y de arte.

Este poeta antioqueño durante su juventud viajó por Centro y Suramérica, con algunas incursiones a Europa hasta donde llegó en calidad de expositor y guía de seminarios y excursiones artísticas que le permitieron enriquecer su pluma para después sentarse a escribir.

En Contertulio, uno de los cafés més intelectuales de donde nacieron importantes artistas bogotanos, perfiló su definitivo destino poético, al lado de los "cuadernícolas" y sumándose a la naciente corriente de poesía urbana que él llegó a imponer, empezó a desplegar su pluma para escribir versos mezclados con metáforas.

En 1972 fue director y fundador de la revista Golpe de Dados; publicada por la Casa de Poesía Silva en 1991. Además fue crítico permanente de artes plásticas, en revistas y periódicos.

Fue merecedor de numerosas e importantes distinciones, entre ellas: Premio Nacional de Poesía "Eduardo Cote Lamus" en 1972, mención internacional en La Habana, en 1973, por su libro "Y vivo todavía". Condecoración en el Festival de Proartes en 1983. El grupo Ulrika de Bogotá le rindió homenaje en 1993. Premio Nacional de Poesía "José Asunción Silva" en 2001. Fueron los logros poéticos más importantes de este antioqueño.


Contexto
Algunas obras
Algunas de las mas importantes publicaciones de Rivero están:
Poemas urbanos (1966)
Noticiario 67 (1967)
Y vivo todavía (1972)
Baladas sobre ciertas cosas que no se deben nombrar (1973)
Baladas -antología- (1980)
Los poemas del invierno (1984)
Mis asuntos (1986)
Vuelvo a las calles (1989)
Del amor y su huella (1992)
Mis asuntos antología- (1995)
Los poemas de invierno (1996)
Porque soy un poeta -entrevista- (2000)
Balada de la gran señora (2004).

domingo, 15 de febrero de 2009

Cuando un amigo se va


Como la muerte misma
o más dolorosa aún
resulta tu ausencia en mi vida

Cuánto tiempo será necesario
para que vuelva el amigo
sin dolores, rabias o rencores?

Te extraño mi dulce amigo
y duele, duele profundamente...
tanto que las palabras huyen de mí
y tengo que llamar a otros
para que hablen de como me siento:

Cuando un amigo se va

Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío,
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.

Cuando un amigo se va,
queda un tizón encendido
que no se puede apagar
ni con las aguas de un río.

Cuando un amigo se va,
una estrella se ha perdido,
la que ilumina el lugar
donde hay un niño dormido.

Cuando un amigo se va
se detienen los caminos
y se empieza a rebelar,
el duende manso del vino.

Cuando un amigo se va
galopando su destino,
empieza el alma a vibrar
porque se llena de frío.

Cuando un amigo se va,
queda un terreno baldío
que quiere el tiempo llenar
con las piedras del hastío.

Cuando un amigo se va,
se queda un árbol caído
que ya no vuelve a brotar
porque el viento lo ha vencido.

Cuando un amigo se va,
queda un espacio vacío,
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.

Alberto Cortez