lunes, 8 de octubre de 2007

sábado, 1 de septiembre de 2007

Desde Guatapé

Pese a ser una antioqueña de pura cepa y además orgullosa de ello, debo reconocer que no he "puebliao" lo suficiente por mi hermoso departamento. Sin embargo las cosas se dan cuando uno menos lo espera.

Este finde, providencialmente, me encuentro en el bello municipio de Guatapé. Y digo que providencial, porque me envió la universidad con la que trabajo a dictar un curso acá. No, no importa que esté trabajando en vez de estar de paseo. Lo que aquí importa es la belleza del paisaje de esta población.

Para comenzar, el contraste. Al llegar al parque se encuentra uno con un tradicional pueblo antioqueño de clima muy frío, con parque de forma cuadrada e iglesia como edificio principal. Pero al desplazarse un par de calles del parque (no sé en que dirección, por aquello del sentido de ubicación espacial que tenemos las mujeres), imponente, se ve el embalse; que en una primera mirada, parece el mar; y es ahí en donde está el contraste, porque al caminar por el malecón, uno podría imaginarse como si estuviera al lado del mar, cuando en realidad se encuentra en un pueblo del interior y de muy baja temperatura. La vista es preciosa, los barcos que llevan de paseo por el embalse, el paint ball, las motos marinas, las lanchas, el viaje por cable aéreo sobre la represa, los estaderos para rumbear y las comidas y artesanías a lo largo del malecón, hacen que este contraste sea algo excepcional.

Luego, está el recorrido por las calles del pueblo, hermosas fachadas de tipo antiguo, coloridas y bien cuidadas; pero lo mejor de esta parte son los zócalos de las fachadas, pues son la clara expresión de su entorno y de su cultura. Son hermosas obras artesanales con motivos típicos de la región como lo son los arrieros, o más de tipo local, como la cercana piedra del peñol, el embalse, peces...

Y, además de todo esto, la amabilidad de sus gentes, su calidez...

La verdad, estoy descrestada con este pueblo, creo que antes ningún otro (ni siquiera Santafé de Antioquia) me ha dejado tan emocionada. la pregunta es, "entonces qué estoy haciendo aquí sentada frente al pc, en lugar de estar disfrutando de todo esto"; pues la verdad no venía preparada para esta maravilla, yo sólo venía a dictar mi curso y luego regresarme a la "bella villa"; y ahora resulta estoy aquí solita sin tener con quien compartir la belleza de este pueblo. Pero como la providencia conmigo ha sido generosa, el próximo finde debo regresar a continuar el curso, y también en octubre y por último en noviembre así que tendré oportunidad de disfrutar mejor de todo lo que aquí hay por hacer. Es por ello que este post se quedará esta semana sin imágenes, pues en mi próxima visita traeré la cámara y tomaré muchas fotografías. Lo prometo.

jueves, 26 de julio de 2007

Transformaciones




Los reencuentros con los viejos amigos me ponen en algo así como en un plan retrospectivo; quiero decir cuando se comienza a rememorar, a evocar todo ese tiempo que ha pasado y todas las cosas que se han hecho y que se han vivido. Entonces se da uno cuenta de que ya se emplea esa expresión: "viejos amigos", se percata de que hace ya más de diez años que los conoce y de que tienen una historia, o muchas, con uno.

La visita de mi amiga Adry, naturalmente, me ha puesto así: retrospectiva. Debo aclarar que han sido unas semanas muy divertidas -tristemente a punto de terminar-; pero sí pienso con nostalgia, o con alivio, en los años que ya pasaron.

Justo hoy, por ejemplo, en casa de mi ex-cuñado, estábamos viendo viejas fotografías, pasados momentos capturados para la eternidad: mi hija hermosa, dulce con su carita de nenita (ahora es casi una adolescente), en los paseos en familia a la finca o en las reuniones familiares (donde estoy muy delgada), risas, caras de sorpresa, de emoción, hasta con un dejo de tristeza en la mirada...

También he pensado en los años de universidad, en los amigos, en los que ya no están y en los que continúan ahí, en tantos sueños e ilusiones; en mi YO de 16 años, esa muchachita llena de vida, convencida tener el mundo en mis manos, que creía que podía con todo, que nada era capaz de detenerla...sé que el rumbo normal de la vida es crecer, cambiar, transformarse, "abandonar con donaire las cosas de la juventud" (odio esa canción); y aunque sé todo eso, extraño a mi YO de 16 años, y me duelen intensamente todos los sueños rotos y tirados al traste ¿a dónde se habrán ido? ¿existirá algún lugar en donde se reciclen los sueños abandonados? ¿esperan por uno los sueños olvidados?

Ahora soy adulta, ja,ja... tanto peleé por serlo... y disfruto mi vida y tengo muchas cosas buenas y nuevos sueños y proyectos...sin embargo no quiero llegar a la vejez teniendo una deuda con aquella muchachita, con mi YO de 16 años, quiero mirarla un día a la cara y decirle, "¿sabés qué? lo hicimos, lo conseguiste, se cumplieron tus sueños".

martes, 10 de julio de 2007

Re - acomodación





Días un poco complicados. Hay mucho sobre lo que quiero escribir y muy poco tiempo para hacerlo. Reacomodarme a la rutina del trabajo, volver a mis hábitos de cada día...por fin llegó mi amiga desde Tucson, la esperada visita de cada año, llevo tres días seguidos trasnochando, llegando tarde, pero muy contenta de tenerla aquí, aunque sólo sea por unas pocas semanas. Mañana reunión del grupo de investigación...
Me prometo a mí misma ponerme al día, es como una catársis y debo sacar todo lo que tengo por decir, para dar espacio a nuevas cosas...de cualquier modo aquí estoy...

miércoles, 4 de julio de 2007

confrontación = pelea ¿?





Con el paso del tiempo y en la medida en que se definieron mi caracter y personalidad (o al menos eso creo), mi familia y amigos cercanos me han catalogado como "peliona o "brava". Todo a costa de haber descubierto que uno no tiene por qué quedarse callado ante situaciones que le molestan e incomodan y que debe expresar ese malestar a la o las personas correspondientes.
Entonces ocurre que a esto le llaman "pelear"; a mi manera de ver se llama Confrontación.

De acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española Confrontación es definida como:

(De confrontar).

1. f. Careo entre dos o más personas.

2. f. Cotejo de una cosa con otra.

3. f. Acción de confrontar (ponerse una persona frente a otra).


Por ningún lado se menciona pelea, la cual a su vez es definida así:


(De pelo).

1. intr. batallar (combatir o contender con armas).

2. intr. Contender o reñir, aunque sea sin armas o solo de palabra. U. t. c. prnl.

3. intr. Dicho de los animales: Luchar entre sí.

4. intr. Dicho de las cosas, especialmente de los elementos: Combatir entre sí u oponerse unas a otras.

5. intr. Resistir y trabajar por vencer las pasiones y apetitos.

6. intr. Dicho de las pasiones o de los apetitos: Combatir entre sí.

7. intr. Afanarse, resistir o trabajar continuadamente por conseguir algo, o para vencerlo o sujetarlo.

8. prnl. Desavenirse, enemistarse, separarse en discordia.


Y entonces resulta que en nuestros contextos socioculturales, si uno se expresa franca y abiertamente es una persona "peliona" o conflictivay si confronta a otro frente a un evento cualquiera y manifiesta su inconformidad ya está poniendo problema.



Tan inmersos en los estereotipos de nuestra sociedad, en las "confrontaciones" armadas de los grupos violentos y cosas por el estilo, parece que no se viera la verdadera esencia del conflicto, hemos olvidado que un conflicto en realidad debería permitirnos crecer, aprender, construir. Nos acostumbramos al conflicto que destruye y entonces nos volvimos reacios a enfrentarnos, a hablar, a expresarnos, a confrontar nuestras opiniones con las de los demás, nos da miedo una confrontación real que demande pensar en un discurso, argumentar y exponer razones convincentes...



¿Será que sí es así?






lunes, 2 de julio de 2007

Karma

(Pedro García Espinosa, "Ruptura")


Algunas relaciones en la vida se vuelven kármicas, enfermizas, eternos malestares. Hace un poco más de cinco años me separé y hasta ahora estoy convencida de que ha sido una de las decisiones más inteligentes que he tomado en mi vida. Sin embargo, no ha sido posible mantener una relación adulta con este hombre. Periódicamente ocurre algo con él que viene a estropear la calma o la cotidianidad de mi vida y no es que alguno de los dos no tenga resuelto el asunto afectivo con el otro, eso está bastante claro. Pero parece que nos hemos empeñado en ser antagonistas siempre y lo peor (como intuirán), es que nos vemos obligados a tener que estar en contacto pues fruto de un terrible matrimonio quedó una hermosa nena que ahora tiene 12 años (lo único bueno que resultó).
La verdad a veces no sé que hacer, me descompone y me molesta, a mí que trato de vivir en paz, que predico el "live and let die" como consigna de vida, que trato de no juzgar y de no molestar a los demás...¡shit!.
Es extraño, no? porque no simplemente cada cual sigue su vida y ya?...

domingo, 1 de julio de 2007

Mis ocho cosas (¿un juego?)





Lorena, una blogger, me invitó a jugar este juego o ejercicio como ella lo llama. Consiste en enunciar ocho apreciaciones sobre uno mismo; así que bueno aquí voy:

1. Procuro siempre mantenerme en constante actividad intelectual: aprender, conocer, compartir, producir...
2. Amo la poesía y la literatura
3. Me encanta mi carrera profesional y disfruto mucho con ella
4. Tengo un carácter fuerte, he aprendido a decir casi siempre lo que siento aunque a los demás les moleste, pero no he dejado de ser dulce y amorosa
5. Amo a mi hija con todo el corazón
6. Mis amigos son la familia que elegí tener y por eso los quiero inmensamente y los cuido
7. No he podido aprender a lidiar con la soledad
8. Algún día espero poder salir de viaje con un morral en mi espalda y sin rumbo conocido


Instrucciones/Reglas
1. Cada jugador comienza con un listado de 8 cosas sobre sí mismo.
2. Tiene que escribir en su blog esas 8 cosas, junto con las reglas del juego.
3. Debe seleccionar a 8 personas más para invitar a jugar y escribir sus nombres.
4. Por último, tiene que dejar un mensaje en sus blogs invitándoles a jugar, indicando en el mensaje, el post de su propio blog "El juego" Mis 8 cosas.

Mis ocho invitados son

Lully http://reflexionesaldesnudo.equinoxio.org
Juan Pablo http://cucapatada.blogspot.com
Angelique http://angelique80.blogspot.com
La Femme http://www.tertuliasfemeninas.blogspot.com
Michel http://www.misada.blogspot.com
Cielo Azul http://cieloazzul.blogspot.com
Cerebro http://malicerebrito.blogspot.com
La Rana Berden http://ranaberden.equinoxio.org

sábado, 30 de junio de 2007

Regreso




Estuve ausente algunos días. Cada vez que puedo me voy fuera de la ciudad, a la finca en donde no tengo internet, ni televisión; sólo el celular para las emergencias y el teléfono fijo que sólo conoce la familia. La idea es esa, escapar, respirar aire puro, descansar de la vida acelerada en la ciudad...o al menos eso es lo que trato de hacerme creer. Digamos que por lo menos descansé, pero ya me hacían falta mi cama, mi casa, la tele, la internet, estrenar mi hamaca recién puesta en la sala...
Aunque la verdad, comienzo a dudar de todo esto. Desde hace algún tiempo siento un fuerte deseo en mi corazón, como un impulso de salir corriendo, de irme muy lejos donde no conozca a nadie.
Es como querer comenzar de nuevo, hacer "borrón y cuenta nueva", presionar "alt+supr", formatear el pc...algo de eso o todo junto. Un nuevo comienzo...tirar al incinerador todo el pasado doloroso...
Sin embargo, como Cavafis en su poema "La ciudad", sé que no es posible borrar lo que se ha vivido y que a donde vaya, mi vida pasada y presente irán conmigo y frente a eso no puedo hacer nada...
Pero sé que en algún momento tendré que hacer un viaje largo, uno de búsqueda y encuentro de mí misma...
Termino este post con el poema de Cavafis

LA CIUDAD

Dijiste: "Iré a otra ciudad, iré a otro mar.
Otra ciudad ha de hallarse mejor que ésta.
Todo esfuerzo mío es una condena escrita;
y está mi corazón - como un cadáver - sepultado.
Mi espíritu hasta cuándo permanecerá en este marasmo.
Donde mis ojos vuelva, donde quiera que mire
oscuras ruinas de mi vida veo aquí,
donde tantos años pasé y destruí y perdí".
Nuevas tierras no hallarás, no hallarás otros mares.
La ciudad te seguirá. Vagarás
por las mismas calles. Y en los mismos barrios te harás viejo
y en estas mismas casas encanecerás.
Siempre llegarás a esta ciudad. Para otro lugar -no esperes-
no hay barco para ti, no hay camino.
Así como tu vida la arruinaste aquí
en este rincón pequeño, en toda tierra la destruiste.


jueves, 21 de junio de 2007

Alma mater




















Miércoles, 20 de junio


Es un orgullo para mí ser egresada de la mejor universidad del mundo: La Universidad de Antioquia. Amo cada uno de sus rincones y de los días que pasé allí cuando era estudiante de pregrado. Lamentablemente cuando uno se gradúa, si se descuida, pierde contacto con la universidad y termina haciendo lo que siempre dijo que no haría: no volver a ella.
Desde que recibí mi muy luchado diploma de pregrado, hace poco más de un año (algún día contaré esa historia), creo que han sido contadas las ocasiones en las que he ido a la universidad y si lo he hecho ha sido por breves momentos.
Aprovechando las vacaciones de mitad de año (una de las pocas ventajas del ejercicio docente en este país) asistí hoy con mi amiga Erika a un evento que programó la facultad de comunicaciones llamado “II Jornada sobre el lenguaje”, de 8:00 a.m. a 12:00 a.m. Fueron charlas y conversatorios de temas tales como la interpretación, la neurolingüística, propuestas curriculares… a cargo de excelentes profesionales tanto del área del lenguaje, como de la medicina, la psicología, entre otros.
Lo relevante de este hecho, es que de a poco, al comenzar a ver rostros de profesores muy queridos, al sentirme de nuevo en el ambiente de MI universidad, comencé a sentir un poco de nostalgia. A extrañar ese hábitat que no es igual en ninguna otra parte. Comencé a recordar a esos profesores excepcionales con los que tuve clases (a los malos mejor los dejamos de lado) y entonces vi a Hernán Sepúlveda. Hernán es quizá la persona por la que siento mayor admiración y respeto intelectual, es un sentimiento casi indescriptible el que me produce este profesor, aunque nunca se lo he dicho. Recibí con él, para mi fortuna, dos cursos, uno de poesía colombiana y otro de poesía latinoamericana, el segundo acompañada en muchas ocasiones por mi hija que en aquel entonces contaba con cuatro añitos, pero que sabía comportarse a la altura de las clases, y a la cual Hernán trataba con dulzura. También estaba allí Víctor Villa, mi profesor de lingüística III y de sociolingüística, con su sarcasmo inteligente, su humor ácido y su “tiradera de piedra”…El otro encuentro afortunado fue con mi profesora de introducción a la literatura y de seminario de teoría literaria sobre semiótica, Ángela Betancur, a quien también admiro muchísimo y con quien desarrollé una gran empatía, la que me felicitó en público por mi “análisis semiótico del cuento la forma de la espada de Jorge Luis Borges”. Creo que no la veía desde mucho antes de graduarme y la alegría del encuentro fue mutua.
(Curiosamente, ahora que pienso en esto, con los tres profesores que mencioné recibí dos cursos respectivamente)
Al terminar la jornada, una hora y media más tarde de lo previsto, nos fuimos a almorzar al Parque de los deseos (aunque yo habría preferido ir a la cafetería de deportes o a “Hello Kitti” para recordar los tiempos de estudiante), acompañados del jefe del departamento de lingüística y del último ponente, el doctor Francisco Lopera que habló sobre neurolingüística. De algún modo, como lo predijo Erika, este evento se convirtió en una especie de vitrina, pues al terminar el almuerzo fuimos invitadas a formar parte de un proyecto de investigación en gestación sobre semiótica y del cual no adelantaré mucho por ahora.
El balance del día fue muy bueno, en todos los sentidos: volver al alma mater, recordar esa época maravillosa de estudiante, pasar casi el día entero en la U (regresé a casa como a las 7:00 p.m.), reencontrarme con personas muy queridas y volver a la producción intelectual seria al formar parte de una comunidad académica con una finalidad y enfoque claros.
Regresé a casa con una enorme sensación de satisfacción que hace rato no sentía.
Ahora sólo me queda esperar que el impulso me dure y que la ciclotimia no se asome por estos lados a bajarme de este excelente estado de ánimo.

miércoles, 20 de junio de 2007

Mi hamaca


Martes 19 de junio.

Salí de compras y a pagar cuentas. Desde hace días quería una hamaca para ponerla en mi sala (que a futuro lucirá una linda decoración costeña) y éste era el día. Después de "huequiar" como denominamos en buen paisa a ir de compras al sector de sanandresitos llamado El hueco, me dirigí a la calle Junín llegando al parque de Bolívar, a Mi viejo pueblo, un pequeño centro de artesanías al que acostumbro ir. Ya había preguntado por las hamacas y sabía exactamente a qué almacén dirigirme, pero al pasar por el corredor de dicho lugar, vi a mi izquierda otro almacén de hamacas y artesanías indígenas en el que no me había fijado antes. Se encontraba en él sólo un hombre delgado, no muy alto pero tampoco bajo, de tez morena, pelo lacio, de rasgos con una mezcla entre indígena y blanco, en conjunto agradable; al preguntarle por las hamacas no sólo me dijo un precio muy razonable, sino que me atendió con una gran amabilidad, me contó la procedencia y características de los productos que exhibía y me habló un poco de su cultura, la arawak.
Luego de hacer la compra, al despedirme, me miró a los ojos y como si leyera en mi rostro las páginas de un libro, me dijo que se veía que yo era una buena persona pero que se percibía una enorme tristeza en mí, algo que no me dejaba en paz y que debía enfrentarlo para poder llegar a la plenitud.
Salí de allí un poco turbada por sus palabras. Soy, en la mayoría de las ocasiones una mujer muy racional y mientras regresaba a mi casa pensaba en sus palabras; sé que no eran de zalamería, ni de cortejo, ni una estrategia de venta, pues ya había hecho la compra. Tampoco creo en hechicerías ni en embrujos, ni carajadas de esas. Pero sí creo que en el universo ocurren cosas que se escapan al entendimiento o a la razón, que hay personas que pueden ver más allá de lo exterior...
En fin, de cualquier modo me pareció interesante y bonito lo que me ocurrió y cierto o no, pues me puso a reflexionar en el estado de mi vida, en cuál es la ruta de este viaje que no sé hasta dónde llegará, pero que como sea quiero que sea más agradable.

P.D. de cualquier modo este jueves vienen a colgarme la hamaca y eso me hace muy feliz.

martes, 19 de junio de 2007

Work day




Lunes festivo después del Día del padre. Invité a mi papá a pasar el fin de semana en casa conmigo y con mi hija; queríamos que viniera esta vez en lugar de ir nosotras, para variar un poco y para que él saliera pues se la pasa en la finca. Así que estuvo desde el sábado hasta el martes.

En momentos como este, creo que es bueno, además, tener un hombre en casa (por unos pocos días), sobre todo si es como mi papá, que es de esos "toderos" que se mide a arreglar todo lo que está dañado. Entonces aproveché su visita para hacer unas cuantas reparaciones domésticas.

Lo primero fue el interruptor de luz y el tomacorriente del balcón que Dalí, mi perro, se había comido y que yo reparé pero a medias, pues sólo funcionaba el interruptor (han de saber que como hija única de un padre "todero", sé defenderme con ciertas reparaciones menores como el cable de la plancha, interruptores, enchufes, extensiones de luz, manejo de taladro, destornilladores, entre otras); luego una sencilla labor de carpintería, pues la cama de mi hija requería de una fuerte mano masculina y quedé feliz con el resultado; y por último pintar el balcón que de cuenta de Dalí, ya lucía un terrible estado de pintura deteriorada y con un igualmente satisfactorio resultado.

Al final del día, casi a las siete de la noche, las labores de reparación en mi casa estaban casi concluídas y yo estaba feliz. Mi papá y yo ya planeamos, para su próxima visita construirle una linda casita a Dalí. Y es entonces cuando me pongo a pensar que a pesar de tener una familia pequeñita (mi hija, Dalí y yo), cuento con mi papá que es un sol y que me ayuda con lo que se sale de mi alcance.

sábado, 16 de junio de 2007

Vanidad de vanidades...y todo es vanidad!

( Imagen subida de: http://blogs.ya.com/busqueda/200609.htm)


Mi madre siempre me decía que no uno no debía buscarse enfermedades estando aliviado. Pues bien, si ella ahora estuviera conmigo, seguro me lo estaría recordando de nuevo.
Desde hace algún tiempo venía contemplando la idea, con dos amigas, de hacerme el delineado permanente en los párpados, y es así, como este viernes a las 11:30 a.m, nos encontrábamos en el centro de cosmetología escogido previamente y con mucho cuidado. Allí nos atendió la cosmetóloga, muy querida, amable y profesional, vi cómo se lo hicieron primero a Vicky, cómo le sudaron las manos mientras le aplicaban la anestesia local, cómo se inflamaban sus párpados y cómo luego le aplicaron el pigmento escogido. Y aún después de verlo persistí y me acosté en la camilla para pasar por lo mismo.
No quiero decir que sea algo terrible, ni mucho menos poner en duda la calidad del servicio de aquel centro estético; lo que me cuestiona ahora, es que normalmente no soy mujer de pasar horas frente al espejo, de hecho no me maquillo y recién ingreso a ese mundo de las cremas para antes de dormir, para el día, bloqueadores solares y esas cosas (y sólo por la necesidad de los años que apremian y por las inclemencias del clima). Así que ahora al verme ir a un lugar de estos a hacerme maquillaje permanente, pues hasta me río de mí, creo que si mi yo de los dieciséis años me viera, también se reiría muchísimo. Tengo los párpados inflamados y rojos, los ojos irritados porque además soy alérgica...en fin soy todo un desastre. Claro que sé que si me sigo cuidando muy juiciosa, en unos pocos días tendré una hermosa línea café sobre mis párpados que no se borrará y que hará que mis pequeños ojos se vean un poco más grandes y que no tenga que maquillarme en las mañanas como igual no lo hago...y esto es lo que consuela un poco en medio del terrible malestar de este momento que trato de mitigar con las pastillas antiinflamatorias, antialérgicas y de betacaroteno que debo tomar, la crema que debo ponerme varias veces al día sobre la línea tatuada, las gotas para la irritación de los ojos, el jugo de zanahoria que detesto... espero haber aprendido la lección y no volver a hacerme más carajadas de estas, al menos no en mucho tiempo.
Vanidad de vanidades... y todo es vanidad!




miércoles, 13 de junio de 2007

Comienzo


Los comienzos suelen ser dífíciles; comenzar a escribir en este blog por ejemplo, cuántas ideas en la cabeza, cuántos monodiálogos almacenados y ahora...no sé por donde comenzar...la política actual, mi descontento por tantas cosas, mis conflictos de fe...

En fin, digamos que este es sólo el comienzo...seguro ya vendrán más cosas.