sábado, 16 de junio de 2007

Vanidad de vanidades...y todo es vanidad!

( Imagen subida de: http://blogs.ya.com/busqueda/200609.htm)


Mi madre siempre me decía que no uno no debía buscarse enfermedades estando aliviado. Pues bien, si ella ahora estuviera conmigo, seguro me lo estaría recordando de nuevo.
Desde hace algún tiempo venía contemplando la idea, con dos amigas, de hacerme el delineado permanente en los párpados, y es así, como este viernes a las 11:30 a.m, nos encontrábamos en el centro de cosmetología escogido previamente y con mucho cuidado. Allí nos atendió la cosmetóloga, muy querida, amable y profesional, vi cómo se lo hicieron primero a Vicky, cómo le sudaron las manos mientras le aplicaban la anestesia local, cómo se inflamaban sus párpados y cómo luego le aplicaron el pigmento escogido. Y aún después de verlo persistí y me acosté en la camilla para pasar por lo mismo.
No quiero decir que sea algo terrible, ni mucho menos poner en duda la calidad del servicio de aquel centro estético; lo que me cuestiona ahora, es que normalmente no soy mujer de pasar horas frente al espejo, de hecho no me maquillo y recién ingreso a ese mundo de las cremas para antes de dormir, para el día, bloqueadores solares y esas cosas (y sólo por la necesidad de los años que apremian y por las inclemencias del clima). Así que ahora al verme ir a un lugar de estos a hacerme maquillaje permanente, pues hasta me río de mí, creo que si mi yo de los dieciséis años me viera, también se reiría muchísimo. Tengo los párpados inflamados y rojos, los ojos irritados porque además soy alérgica...en fin soy todo un desastre. Claro que sé que si me sigo cuidando muy juiciosa, en unos pocos días tendré una hermosa línea café sobre mis párpados que no se borrará y que hará que mis pequeños ojos se vean un poco más grandes y que no tenga que maquillarme en las mañanas como igual no lo hago...y esto es lo que consuela un poco en medio del terrible malestar de este momento que trato de mitigar con las pastillas antiinflamatorias, antialérgicas y de betacaroteno que debo tomar, la crema que debo ponerme varias veces al día sobre la línea tatuada, las gotas para la irritación de los ojos, el jugo de zanahoria que detesto... espero haber aprendido la lección y no volver a hacerme más carajadas de estas, al menos no en mucho tiempo.
Vanidad de vanidades... y todo es vanidad!




3 comentarios:

Frank Morris dijo...

Cierto, estamos influenciados por lo superfluo, pero hay un principio para corregirlo:

Encontrar una mision en la vida.

nosotros-somos dijo...

Muy buen blog!! Me gustan sus fotos precosas y delicadas. Adelante con él!!! Por cierto, si os gusta leer visítarnos. En nuestro blog encontrarás textos de grandes escritores, rusos, clásicos e iberoamericanos. Un saludo cordial!!

Anónimo dijo...

Me gustaría seguirte, pero no por ahora, ni más faltaba con mi convalecencia tengo, pero estaré pendiente para ver como evolucionas y depronto, como estás en Medellín me animo algún día. Eso sí lo pensaría antes de, como tú. Me sonrío.
Un abracito afectuoso amiga!